ศิลปะแห่งความรู้สึก

Blanco prohibido en Harbin

¿Quién dijo que el blanco es solo para bodas o funerales? Aquí, la lencería blanca se convierte en poesía helada.

La modelo Yome Yang no lleva nada… pero sí todo: silencio, frío y una mirada que dice “no me toques, pero por favor hazlo”.

El vestido de seda crujiente como hielo del río Songhua… ¡y las medias hasta la rodilla que parecen haber salido de un sueño de Harajuku!

¿Sensualidad? Más bien sensibilidad congelada.

Y eso sí: si tuviera un jefe de diseño en Tiffany’s… estaría despidiéndola por usar tanto negativo.

¿Vos qué pensás? ¿Es arte o solo una excusa para no salir del sofá?

¡Comentá y llevate el chisme más elegante del invierno!